Cuál será la campaña de Cristina Lizardo?

Ella había tenido padecimientos que se creía debió haber renunciado, pero no lo hizo.

Hubo un año en que Juancito (Juan de los Santos) ya no quería ser alcalde, sino senador, en su ambicioso camino a la presidencia de la República… pero Danilo le ordenó se retirara porque Cristina iría de nuevo. Juan, cabizbajo, molesto, reculó a su candidatura a alcalde, era el año 2015.

cristina

Cristina, casi inamovible, fue sacada de su curul por el en ese tiempo casi desconocido Antonio Taveras, que se había sumado a la lucha anticorrupción con una guagua que aún conserva.

Marcha Verde había debilitado al gobierno y la división del PLD puso hasta a Luis Abinader en posición anotadora, propio de una ola sin igual que creció como colofón extremo por la suspensión de las elecciones municipales, labrando el camino a personas como Taveras y sacando de forma bochornosa a la casi eterna Cristina.

Antonio llegó renunciando al barrilito luego de haber prometido ese extremo que mucha falta ha hecho en un país eminentemente clientelar, ajustando el escaso presupuesto y tratando de hacer un gran ejercicio senatorial, como lo ha hecho.

Desde lo politico, sin embargo, Antonio no logró crear su propia mayoría mientras buscaba acercarse a un PRM que lo veía como extraño y lo verá siempre como tal, a pesar de los figureos llenos de falsedades y los intentos de él de caer bien o congraciarse con los que luego, le «hacen mueca».

Antonio, quien al parecer tiene mucha afinidad con el presidente, ha logrado ser víctima de ataques descarados y descarnados contra su figura junto a, incluso, el no entendimiento de él mismo de saber quiénes son sus aliados y quién no le suma, en esos vaivenes, llegando al año electoral con apariencia de «estar solo».

Aún Antonio, a Cristina le costará trabajo regresar porque para empezar, su partido está bien débil y fue la misma militancia la que votó en su contra, por lo que al parecer ella sólo promete ser la de Antes, basándose en los propios errores políticos de Antonio que no entiende que no con todo el mundo se debe marchar o fotografiarse porque él necesita sólo positivismo y no lastres negativos, no ahora.

Cristina, acusada de «muda» en su mandato, aun no ha dicho ni «está boca es mia», y es posible que Antonio la derrote fácil si de aquí al día de las elecciones logra vender bien su gestión como senador y ocultar sus momentos políticamente incorrectos.

Cristina quiere volver, la pregunta es: a qué?, desde hoy posiblemente se pueda asegurar que de ella no tendremos ni una promesa de campaña.

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